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La chirimoya se puede considerar como una fruta agraciada desde un punto de vista dietético y nutricional. A veces, en personas que padecen estreñimiento y consumen esta fruta por primera vez,
aparecen alteraciones intestinales. En estos casos, el individuo suele dejar inmediatamente de tomarla al creer que le sienta mal, y lo que realmente está haciendo la chirimoya es ayudar a corregir su problema intestinal.
Descripción
Posee en su composición poderosas enzimas que autodigieren la pulpa, incluso sin la necesidad de jugos y enzimas corporales, por ello es una fruta de fácil digestión lo que la hace muy aconsejable en personas débiles, convalecientes, ancianos, en dispepsias y muy especialmente en niños y embarazadas.Tiene efecto saciante y regulador del nivel de glucosa en sangre, ya que la fibra que posee, ejerce influencia intestinal y dilata en el tiempo la asimilación de los azúcares.
Por ello si tomamos chirimoyas, tardaremos más tiempo en sentir hambre.También su contenido en fibra le confiere propiedades laxantes. Al ser pobre en grasas y tener una fibra con un efecto intestinal muy beneficioso, reduce los niveles de colesterol.
En pediatría tiene aplicaciones dietéticas (en forma de purés o zumos) debido a su contenido en minerales (calcio, fósforo, hierro), vitaminas (grupo B , C, A), proteínas y azúcares. Por ello es muy aconsejable en niños en época de crecimiento o en caso de enfermedades crónicas. Por su contenido en vitamina C facilita la curación de numerosas enfermedades reumáticas, artríticas, digestivas (enteritis y gastritis), además de ejercer acción antioxidante y ser muy útil para combatir resfriados.
Esta vitamina, a su vez, interviene en la formación de colágeno, huesos, dientes, glóbulos rojos y favorece la absorción de hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones. Al ser esta fruta fuente de vitamina A y C tiene efecto antioxidante, importante aliado en el mantenimiento de juventud y belleza. Paradójicamente, la chirimoya es recomendable también en dietas de adelgazamiento, pues tiene un efecto saciante y regulador del nivel de glucosa en sangre por la fibra que posee, la cual ejerce influencia como laxante intestinal a la vez que dilata en el tiempo la asimilación de los azúcares.
No obstante, en estos casos es aconsejable tomar frutas de pequeño tamaño. Por su bajo aporte en sodio, riqueza en potasio y poca grasa es aconsejable para personas con hipertensión arterial o alteraciones cardiacas o de vasos sanguíneos. Al ser fuente de potasio deben tener cuidado las personas con insuficiencia renal, pero por otro lado, será beneficioso para los que tomen diuréticos que eliminen potasio. Los elementos minerales que contiene, la hacen de gran utilidad para coadyuvar en los procesos de recuperación de un sinnúmero de dolencias.
Así, aporta hierro, por lo que es adecuada para personas con anemia; calcio, el cual es de ayuda para personas con descalcificación u osteoporosis y fósforo, que contribuye a reforzar la memoria de estudiantes y ancianos. Posee acción tónica impidiendo así decaimiento y la fatiga, evitando depresiones. A esta fruta se le atribuye también una acción equilibradora del sistema nervioso, por lo que constituiría un excelente ansiolítico y tranquilizante, muy adecuado para el tratamiento de personas compulsivas.
Por último, cabe destacar que algunos productos extraídos de las semillas de la chirimoya han sido aplicados con éxito en investigaciones para el tratamiento de piojos, disentería, cefalalgias (dolores de cabeza), gota y cálculos.