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El litchi, también llamado lichi, ciruela china, lichee, lychee o leechee es considerada la fruta exótica más fina del mundo debido a su pequeño tamaño, a su intenso color rojo y su sabor característico. El árbol de litchi es originario de China, pero hoy en día el pequeño arbusto se cultiva en muchas partes del mundo, lo cual determina, según las diferencias climáticas, variedades de la fruta.
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Descripción
El fruto tiene grandes propiedades nutricionales, que convierten al litchi en una pequeño, pero poderoso alimento con diversas utilidades. El litchi posee un elevado contenido de vitamina C que le confiere poder antioxidante al fruto, favorece la absorción del hierro en el organismo, interviene en la formación de colágeno, huesos y dientes y mejora la resistencia a infecciones. También es poseedor, en menor proporción de vitaminas del complejo B, por ejemplo, el ácido fólico. Además, contiene minerales como potasio y magnesio, am
bos indispensable para un adecuado funcionamiento del sistema nervioso y de la musculatura en general. Asimismo, posee en menor medida fósforo y calcio, ideales para fortalecer nuestros huesos.
Tras una cáscara rugosa se esconde una pulpa jugosa, parecida a la uva, y de un sabor entre dulce y ácido que satisface muchos paladares. El lichi o litchi es una fruta tropical que la organización 5alDía reconoce como una “excelente fuente de azúcar, proteínas, fibra, vitaminas B1, B2 y C, calcio, potasio, fósforo y magnesio. Constituye un alimento ideal para los niños en periodo de crecimiento y para las personas mayores que sufren descalcificación”.
Su aportación de vitamina C, sin ser tan elevada como la de los cítricos, convierte al lichi en un alimento ideal para quienes no toleran las frutas ácidas. Esta vitamina ayuda a la regeneración de los tejidos del cuerpo, además de permitir la absorción de hierro y frenar las infecciones.
Lichi
Su aportación de vitamina C es tan elevada como la de los cítricos
El potasio es necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso, para la actividad muscular normal e interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula. Mientras que el magnesio se relaciona con el funcionamiento del intestino, los nervios y músculos, mejora la inmunidad y posee un efecto laxante.
Los meses de noviembre, diciembre, enero y febrero es cuando podemos encontrar lichis frescos, la mejor forma de consumirlos. El resto del año se puede recurrir a las conservas, aunque entonces la presencia de almíbar aumenta su valor calórico y de azúcares de absorción rápida.